Cuando llega octubre trae una oleada rosa, llenando de información acerca de esta enfermedad pero realmente, ¿sabemos o entendemos todo acerca de ella?
¿Es una enfermedad nueva?
No, de las primeras descripciones del cáncer de mama datan del papiro de Edwin–Smith (Egipto, año 3000 AC), describe 8 casos del denominado Carcinoma Inflamatorio. Ya en épocas más recientes tenemos evidencia en el año 1450 cuando Rembrandt (pintor holandés) realiza la obra “Betsabé en el baño…” donde podemos observar a la mama izquierda de la modelo con cambio de coloración y un aumento de volumen axilar; ella era esposa de Rembrandt y lo que expresó el artista en la obra era un carcinoma avanzado.
¿Carcinoma significa Cáncer?
Si el término es Carcinoma In Situ (CIS) no es cáncer. El crecimiento de las células mientras estén en el interior del ducto y no progresen a través de la membrana llamada basal se considera enfermedad de alto riesgo y no cáncer, pero cuando la penetra se llamará carcinoma infiltrante y ya estaremos en presencia de cáncer. En los últimos congresos (SIS 2014, MBCC 2015, BCN 2015) se ha insistido en la importancia de cambiar el nombre del CIS para evitar confusiones.
¿Cómo diagnosticamos?
Si bien se ha extendido el autoexamen, este permite detectar lesiones palpables y sabemos que cuanto antes se diagnostique y tratemos, mejor será la evolución; por este motivo se han desarrollando métodos de imagen para identificar lesiones milimétricas; ninguno es infalible y el que ha demostrado la mejor tasa de detección y su aplicación a gran escala ha disminuido la mortalidad ha sido la mamografía, hecho comprobado desde los años 60.
En el 2012 se incorpora la Tomosíntesis (mamografía 3D) mejorando la tasa de detección y disminuyendo las biopsias innecesarias.
Otros métodos de imagen son complementarios a la mamografía y tienen indicaciones precisas.
Importante recalcar: las imágenes NO dan diagnóstico, dan la indicación de realizar una biopsia o no.
®2016 Dr. Humberto López-Fernández @mastologiaHLF