Comienza la semana de la Lactancia Materna, y no pretendo en esta ocasión hablar de las grandes ventajas que tiene sobre la madre y el niño el hecho de la lactancia, ya existen muchas publicaciones que nos describen con lujos de detalles sus grandes beneficios.
Hoy quiero destacar el por qué un hecho fisiológico lo hemos tenido que poner en la palestra dedicándole una semana y casi salir a convencer que es buena la lactancia, que no es una cuestión de moda el realizarla o no, es un hecho natural y como tal lo debemos ver.
Es tal la importancia de la lactancia a nivel colectivo de la especie, que sin ella no hubiésemos llegado a nuestros días, e incluso adquiere relevancia cuando el nombre de nuestra galaxia (la Vía Láctea) nace de un chorro de leche que deja escapar la diosa Hera mientras amamantaba a Heracles.
Tenemos otro ejemplo de lactancia cuando Rómulo y Remo, fundadores de Roma (en realidad fue solo Rómulo quien fundó la ciudad, pero esto ya es otro tema) fueron amamantados por la loba Luperca hasta que fueron recogidos por un pastor quien los crió junto con su esposa.
Fuera de la mitología, y todavía en la época precristiana, el hecho de la lactancia ya se destaca como podemos ver en las diferentes obras de arte donde la diosa Isis amamanta a su hijo Horus en una escena que según los historiadores y expertos en arte fue la inspiración para que posteriormente se realizaran gran cantidad de obras con la Virgen Lactante tanto en grabados como óleos y esculturas. Esta pieza que vemos se encuentra en el museo de El Cairo.
Ya entrados en la era cristiana, la representación de la Virgen lactando al niño se evidencia desde las primeras épocas, quizás inspirados en la imagen anterior como comentábamos, viendo las primeras ilustraciones en las catacumbas en Roma (siglo II). Esta temática se mantendrá a lo largo de la era cristiana bajo diferentes formatos bajo nombres como La Virgen Lactante o también llamadas La Virgen de la buena leche.
La Virgen y el Niño – Robert Campin – Galería Nacional Londres
La lactancia se ha visto representada también con la Caridad, tal como se ha expresado por diversos autores, donde la lactancia por parte de una hija sirvió para alimentar a su padre quien había sido condenado a muerte a través de la inanición. Este motivo ha sido recreado por una multitud de artistas y aunque la leyenda es pre-cristiana, fue un tema muy recurrente en el renacimiento.
Otra forma de ver la caridad es con la lactancia de infantes que no sean hijos propios (matronas) que por diversos motivos no eran alimentados por sus madres; en este sentido podemos admirar la obra de Andrea Del Sarto expuesta en el Louvre de París con este motivo.
Todo esto recalca que debemos ver la lactancia como algo tan normal y natural como la maternidad, no debe ser producto de modas el realizarla o no; la idea de estas línea es destacar que desde que somos especie la lactancia ha ido unida a nuestro desarrollo de forma indivisible; el mensaje es que lacten, no entrar en polémicas si se hace a simple vista o a solas, aprovechemos la oportunidad de realizarlo; aquellas madres que por diversos motivos se deban apoyar en la lactancia artificial o maternizada usen esa herramienta pero siempre tratando de haber agotado todos los recursos de cumplir con la lactancia materna.
¡Feliz semana!
®2016 Dr. Humberto López-Fernández @mastologiaHLF